jueves, 10 de marzo de 2011

¿CÒMO LOGRAR EL DESARROLLO INTEGRAL DEL ADOLESCENTE?


Primeramente los padres de familia deben reconocer que el adolescente está en un proceso de desarrollo formándose a ser un adulto, su cuerpo está transformándose física y emocionalmente, ellos necesitan consejos y apoyo verbal para seguir adelante, no que los censuren por los errores que pudieron cometer, y aún esos errores ayudan a sus hijos a ser más fuertes y responsables en sus actos (siempre y cuando asuman las consecuencias de los errores cometidos). Si por el contrario los asfixiamos controlándoles creyendo que les evitaremos los sufrimientos de la vida, sólo ayudaremos a tener unos hijos indecisos y dependientes de sus progenitores. En casos extremos los hijos adolescentes huyen de sus hogares con el primer hombre o mujer que les escucha y cree en ellos o simplemente toman la triste decisión de matarse.

Estoy segura que los padres de familia no quieren este final para sus hijos, la gran mayoría quiere que sus hijos tengan un buen trabajo, formen una familia estable y sean felices.
Lea con atención estos consejos y pídale a Dios que le dé la sabiduría para guiar a sus hijos. A veces es difícil nadie nos enseño a ser padres, pero si confían en Dios nada es imposible.


  1. DIGALE: "ESTOY ORGULLOSO DE TI".
Con esta frase tan simple, ayudamos a construir la autoestima de nuestro hijo. Es probable que se la digamos cuando consigue algún éxito, pero un adolescente la necesita especialmente cuando falla. Su hijo adolescente necesita abrir una cuenta personal de autoestima basada en lo que es como persona, no por sus actuaciones diarias. Así, cuando falle, puede retirar de esa cuenta la cantidad necesaria, si no tiene ese reconocimiento, puede acudir a lugares equivocados en su busca.

Estamos orgullosos de ti porque eres nuestro hijo... y no hacen falta más motivos.
Y sin embargo, muchos adolescentes de hoy en día pueden no tener la suerte de escuchar este mensaje a menudo y buscan en los amigos, enamorados estas palabras.

Habéis dicho alguna vez a vuestro hijo: "Hijo, ¿sabes que estoy orgulloso de ti, y no me importa nada más?" Así, vuestro hijo sabrá que queréis decirle que estáis felices porque él es vuestro hijo. Cuando mejoréis vuestro modo de hablar, vuestro hijo también aprenderá a escuchar mejor. Imaginad el impacto positivo que tendrá en la calidad de la conversación en vuestro hogar.

Deberíamos estar orgullosos de nuestros hijos y reconocerles por lo que son y por los esfuerzos sinceros que hacen por mejorar, sin compararles con los otros y sin establecer metas arbitrarias como sacar todo sobresaliente en sus notas. Si los adolescentes llegan a creer que necesitan sacar todo sobresalientes para que sus padres les acepten, pueden deducir que a sus padres sólo les importa los éxitos… y no las personas que fracasen y puede ocasionarles intolerancia a los fracasos y creer erradamente que ustedes no los querrán porque desaprobaron alguna materia, hay adolescentes sensibles y buscan solucionar estas frustraciones huyendo de casa o matándose.


 Puede que resulte difícil estar orgulloso de su hijo cuando toma decisiones equivocadas o cuando falla. Sin embargo, nunca, nunca, debemos permitir que se desaparezca el cariño.
Cuando falle, no digamos: "No llegarás nunca a ninguna parte". Un simple descuido y cuatro o cinco palabras pueden llegar a herirle profundamente el corazón de su hijo adolescente y marcar su futuro para siempre. Y que no les extrañe que esto suceda, nuestras palabras tienen poder dando vida y quitándola.


  1. DIGALE: "AQUÍ ESTOY".
Un adolescente da mucha importancia a poder acudir a sus padres cuando existen problemas, aunque exista rebeldía, en los momentos difíciles necesita tener una seguridad: "Mis padres están ahí".

Deben decirles "Puedes acudir a mí, siempre estaré aquí para escucharte". Muchas veces pensamos como padres, mi hijo ya lo sabe, para qué se lo digo, callándonos les daremos una buena razón para que busquen consejos y ayuda en otros lugares. Sin embargo, es necesario hablar con ellos y prestar atención cuando sus hijos estén pasándola mal, estos son los momentos primordiales para darles nuestro apoyo.

Hay que escucharles, sin censurar continuamente. Así, dejamos claro a nuestro hijo que: "Eres importante para mi", "Me preocupo de las cosas en las que tú estás interesado", "Me gusta escuchar tus ideas y opiniones".


  1. DIGALE: "QUIERO COMPRENDERTE".
A veces, es frustrante ser padre. Continuamente oyendo los prejuicios de los quinceañeros que afirman que somos una generación antigua y que no les comprendemos... no hay duda; es difícil comunicarse con los adolescentes.

Muchas veces, cuando nuestro hijo nos acusa de que no le comprendemos es tan sólo una manera de defenderse. Confunde "no comprender" con "no estar de acuerdo", por lo que no hemos de dejar que nos manipule. Si nos acusa de que no le comprendemos, debemos decirle a nuestro hijo que nos ayude, y esto no es rebajarse al nivel de su hijo: "Quiero comprenderte, cuéntame más, que sientes...".
No se trata de decir: "Comprendo exactamente cómo te sientes". Suena a querer desmarcarse de sus sentimientos y querer buscar una solución rápida al problema.

Si tenemos la sospecha de que lo único que ocurre es que simplemente no estamos de acuerdo con él, podemos repetir lo que nos dice, sus argumentos, sus ideas, hasta que se dé por satisfecho y entonces: "Ves que comprendo lo que quieres decir y por qué;… si no es así, quiero llegar a comprenderlo. Pero me parece que nuestro problema no es de falta de comprensión sino de falta de acuerdo".


  1. DIGALE: "CONFÍO EN TI".
Contar con la confianza de sus padres es importante para un adolescente, lo más dañino que pueden decir los padres a sus hijos: “Es que nunca podrían volver en sus hijos”
Nuestro hijo necesita que le digamos, que nuestra confianza en él se desarrollará gradualmente en la medida que adquiera nuevos conocimientos y experiencias en esas situaciones que requieran la confianza.

No podemos pretender que nuestro hijo de quince años conduzca un coche, aparte de que es ilegal, porque no tiene la experiencia necesaria que nos permita confiar en su buen juicio.

Pero hay otra razón por la que nos cuesta tanto a los padres confiar en nuestros hijos. No nos conocemos bien a nosotros mismos y, seguramente, hemos experimentado de primera mano todos los riesgos, situaciones y peligros de esta etapa.
Sabemos qué fácil es ceder a las presiones del ambiente cuando no se estás preparado. De hecho, no estaríamos haciendo bien nuestro trabajo de padres si permitimos que nuestros hijos se encuentren en situaciones donde el grado de riesgo es más elevado que su nivel de madurez.


  1. DIGALE: "TE QUIERO"
A veces, podemos perder muchas oportunidades de expresar amor y cariño y también de recibirlo, sólo porque no nos lo hemos propuestos como un objetivo consciente. Y sin embargo, es el mensaje más importante que chicos y chicas quieren oír de sus padres.

El amor es el ingrediente esencial de una familia sana. Un "te quiero", dicho en voz alta y a menudo, nos ayuda a saber quiénes somos y por qué hemos nacido. Cuando un adolescente no está seguro del amor de sus padres, los otros cuatro mensajes anteriores no significan nada.
Necesitan que le digan que les quieren y que se lo demuestren. ¿Cómo pueden estar seguros de que les quieren si nunca se lo han dicho? ¿Cómo pueden estar seguros si sus padres nunca pasan el tiempo con él?

La manera de demostrar el amor a un hijo se deletrea con estas letras: t - i - e - m - p - o. darle regalos, proveerle de comida y ropa, mostrarle cariño de otras maneras está bien, pero también hay que estar dispuesto a invertir tiempo con nuestros hijos adolescentes: ir de pesca, ir de compras juntos... Relacionarse, comunicarse, cuesta trabajo, esto ocurre en el matrimonio, en la amistad... y en la relación entre padres e hijos; con un adolescente cuesta más, porque crece y gana más independencia constantemente, y por eso puede llegar a frustrarnos.

Podemos estar tan ocupados en el trabajo o negocios, no nos olvidemos de las necesidades comunicativas de nuestros hijos. Si disponemos de una agenda de trabajo, o un calendario que veamos todos los días, podemos hacer alguna señal para recordar: "Este fin de semana saldré con mi hijo a pescar, pasear, etc”. Aproveche los momentos de almorzar juntos, por lo menos lo fines de semana y conversar con la familia.

                                                                             LIC. MARLENE QUISPE PARI

No hay comentarios:

Publicar un comentario